sábado, 24 de abril de 2010

1º de MAYO: Día Internacional de los Trabajadores

1º de MAYO: Día Internacional de los Trabajadores

Desde hace más de un siglo, todos los 1º de mayo, la clase trabajadora de distintos lugares del planeta sale a las calles a reclamar por sus derechos. Así, año tras año, millones de obreros, empleados y estudiantes siguen exigiendo una jornada laboral limitada, salarios dignos y mejores condiciones de vida. Para saber por qué esta protesta se realiza en esa fecha debemos remontarnos hasta el 1º de mayo de 1886, y ver cuáles eran las condiciones de vida de los obreros en ese entonces.


Las condiciones de vida de los trabajadores a fines del 1800
En el siglo XIX (desde 1800 hasta 1900) se desarrolló en algunos puntos de América un proceso de industrialización. Es decir, de instalación de fábricas con maquinarias modernas, iguales o similares a las que ya había en varios países de Europa. El lugar de América donde se crearon más industrias o fábricas fue Estados Unidos. Allí, en esas fábricas, grandes cantidades de obreros solían trabajar muchas horas por día (entre doce y dieciocho horas al día, en muchos casos). Y lo hacían a cambio de un salario que muchas veces les alcanzaba apenas para sobrevivir: no podían comprar los alimentos mínimos, ni pagar los alquileres. Estas mismas condiciones de trabajo se imponían en las fábricas de Europa.
Frente a esta situación extrema, los trabajadores de distintos lugares se organizaron para reclamar por una jornada de ocho horas diarias de trabajo y mejores salarios. A este movimiento se lo conoció como "movimiento de las ocho horas".

El 1º de mayo de 1886
El 1º de mayo de 1886 se llevó a cabo una huelga general en EE.UU. Hubo manifestaciones en todo el país. En respuesta a la huelga, en algunos estados los dueños de empresas concedieron a los trabajadores el derecho a una jornada laboral más corta sin reducirles los salarios. En otros estados, los empresarios y los funcionarios de gobierno decidieron reprimir las movilizaciones obreras. Ante esta respuesta los trabajadores decidieron continuar con las medidas de fuerza. El 3 de mayo, en el estado de Chicago la policía disparó contra los manifestantes. Al día siguiente, en la desconcentración de un acto anarquista, una bomba explotó en el parque Haymarket Square. Hubo varios heridos y un policía resultó muerto. La respuesta de los policías fue inmediata: abrieron fuego contra los trabajadores. Nunca se dio una cifra, siquiera aproximada, del número de asistentes al acto que murieron en o a causa de la represión policial.
Las autoridades de gobierno de Chicago y su policía desataron entonces una persecución contra muchos de los dirigentes sindicales. Se buscaba un culpable... o varios. ¿Y qué mejores "sospechosos" para las autoridades que la plana mayor de los grupos anarquistas de Chicago?
De modo que se ordenó el arresto del inglés Samuel Fielden, de los alemanes Hessois Auguste Spies, Michael Schwab, George Engel, Adolph Fischer y Louis Lingg, y de los norteamericanos Oscar Neebe y Albert R. Parsons. Todos eran importantes dirigentes de los trabajadores. La mayoría fueron arrestados en pocos días, aunque no fueron los únicos. Bastaba la sospecha de participar en el movimiento sindical para ser encarcelado.

El juicio y las condenas: LOS MÁRTIRES DE CHICAGO
A estos detenidos acusados por la muerte del policía se los llevó a juicio. A los responsables de la represión de trabajadores que murieron en la protesta del 1º de mayo, no se los juzgó. El juicio a los trabajadores fue sumamente irregular e injusto. No se pudo probar la relación de los acusados con la explosión de la bomba; pero esto no pareció tener ninguna importancia. La mayoría de los acusados fue sentenciada a la horca. George Engel dijo al tribunal que lo condenaría a muerte:
"¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones, otros crezcan en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos".
Los "ocho de Chicago" fueron declarados culpables y ahorcados el 11 de noviembre de 1886.
Finalmente, la reducción de la jornada laboral fue convertida en ley en muchos países. Esos trabajadores injustamente ahorcados, conocidos como los MÁRTIRES DE CHICAGO, son un símbolo de la lucha de millones de trabajadores por una vida más justa. Actualmente, muchas de estas conquistas se están perdiendo; por eso el reclamo por condiciones de vida dignas, incluido el cumplimiento de la jornada de 8 hs, sigue estando presente en muchas protestas.

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