sábado, 24 de abril de 2010

Poema: Los espejos y las sombras

LOS ESPEJOS LAS SOMBRAS
Fragmento

(…)
los obreros en cambio no estaban en los poemas
estaban en sus manos nada más
que animan estructuras telas fibras
y cuidan de su máquina oh madre inoxidable
y velan su garganta buje a buje
y le toman el pulso
y le vigilan la temperatura
y le controlan la respiración
y aquí atornillan y desatornillan
y allí mitigan ayes y chirridos y ecos
o escuchan sus maltrechas confidencias
y por fin cuando suena el pito de las cinco
la atienden la consuelan y la apagan

los obreros no estaban en los poemas
pero a menudo estaban en las calles
con su rojo proyecto y con su puño
sus alpargatas y su humor de lija
y su beligerancia su paz y su paciencia
sus cojones de clase
qué clase de cojones
sus ollas populares
su modestia y su orgullo
que son casi lo mismo

las muchachas que estaban en los poemas
los obreros que estaban en las manos
hoy están duros en la cárcel firmes
como las cuatro barras que interrumpen el cielo

pero habrá otro tiempo
es claro que habrá otro
habrá otro tiempo porque el tiempo vuela
no importa que ellas y ellos no estén en el espejo
el tiempo volará
no como el cóndor
ni como el buitre ni como el albatros
ni como el churrinche ni como el benteveo
el tiempo volará como la historia
esa ave migratoria de alas fuertes
que cuando llega es para quedarse

y por fin las muchachas estarán en las manos
y por fin los obreros estarán en los poemas

(…)
Mario Benedetti

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